Plata

Cuenta la leyenda que para finalizar la batalla de los dioses por tener poder absoluto en la Tierra, Ares mató a Hefesto tras arrojar al mundo deseado el collar de plata que colgaba de su cuello, al que dotó de dones excepcionales para que la paz reinara en la Tierra. Sin saber esto, Ares lanzó su ira hacia toda criatura viviente en ella. Su primer intento solo hizo que la inmensa plata que ahora abrazaba la Tierra se rompiera en dos, pero al segundo intento toda su violencia y fuerza se reflejaron en el perfecto metal y murió abatido por su propio poder de destrucción. La plata se redujo hasta adoptar la forma perfecta para el cuello de un ente de ese planeta y se unió por una gema de gran poder. El amor entre dos seres humanos puede traer la paz a los reinos divididos, pero la guerra entre humanos, elfos, semielfos y bestias decidirá si reina el bien o el mal.

viernes, 14 de octubre de 2011

Cinco

  Neret  ordenó a un soldado que cuidaba la puerta principal del castillo que le llevara ante Reyen. Hablaba decidido, sin ningún temor, parecía que tenía todo controlado. Empezó a seguir al soldado por los amplios pasillos de techos altos sin bajarse de su caballo. A Gala todo le resultaba muy atrevido, pensaba que Reyen les mataría. El soldado les abrió la puerta de un comedor en el que las mesas estaban colocadas en forma de U. Reyen como siempre estaba al fondo, en un sitio en el que destacaba por encima de todos los que cenaban con él.
-Buenas noches –dijo Neret mirando fijamente a Reyen.
-Bienvenido –dijo Reyen con sorpresa y pánico en los ojos mientras alejaba el plato del que comía.
-¿No te sorprendes de verme?
-Dijiste que nunca vendrías a mi reino –dijo mientras se situaba en el medio del comedor, delante de Neret.
-Y tú que ninguno de tus sucios semielfos entraría en mi territorio. Sin embargo, ha llegado a mis oídos que secuestraron a cinco mujeres en una pequeña villa.
  Reyen tragó saliva, no sabía como iba a reaccionar Neret y eso le aterrorizaba, ni siquiera había notado la presencia de Gala, que estaba escondida tras la espalda de su enemigo.
-Por cierto… mira lo que cacé –dijo mientras bajaba a Gala del caballo dejándola de rodillas en el suelo -. Al parecer uno de tus trozos de carne se escapó de tus mazmorras.
 
                                           

  Alejandro, que estaba sentado en el comedor, levanto la vista rápidamente y frunció el ceño. Quería saltar la mesa y llevársela de allí, pero sabía que alguien moriría si lo intentaba. Así que esperó sentado a que su líder hablara.
-Gracias por traerla –dijo Reyen con voz desconfiada mientras se acercaba y la cogía por el cuello para levantarla.
-No te atrevas a tocarla –gritó Neret al mismo tiempo que le daba una patada en el pecho desde el caballo -. Perdiste ese derecho, si es que se puede llamar así,  cuando logró salir del calabozo.
  Los soldados y jefes  de estos, que estaban en la sala, se levantaron para atacar a Neret si Reyen lo ordenaba.
-Quietos –dijo Reyen a todos.
-Buena elección –dijo Neret con una pequeña sonrisa ladeada que dejaba ver un par de dientes perfectos y blancos -. No la has marcado. ¿Por qué?
-Tiene que quedarse aquí.
-Eso no responde a mi pregunta.
-Digamos que alguno de mis hombres sólo reacciona con este tipo de castigos.
-¿Ella sufre porque tus hombres no te obedecen?
-Está aquí porque la quiero aquí. Ahora es de mi propiedad –dijo muy inseguro de sí mismo.
  Neret echó a reír.
-Volverá a su casa. Mañana a primera hora.
-Ya no tiene casa. Mandé quemar todo cuanto poseía cuando me enteré de que había escapado. Así que tendrá que acostumbrarse a vivir aquí.
  Neret tiró de la cuerda que ataba las manos de Gala para acercarla a él y ayudarla a subir al caballo.
-Hasta la vista, Reyen –dijo mientras salía por la puerta.
  Alejandro hizo el amago de salir corriendo tras él, pero la mano de Reyen dio en su pecho un golpe en seco que le hizo detenerse.
-Hagamos un trato –sugirió Reyen a Neret.
-Yo no hago tratos con nadie que sea capaz de reinar así. Entre sangre y sufrimiento –dijo desde el pasillo.
-Disfruta de ella, pero tráela de vuelta. Quédatela un mes, dos… los que quieras. Pero devuélvemela.
-No volverá a pisar este lugar. Vendrá conmigo. Y por suerte para ella, yo no soy como tú.
  Neret salió del castillo. En la puerta principal esperaban sus soldados, quienes le siguieron rápidamente cuando vieron que salió de la fortaleza y se adentraba en el bosque.

-¿Por qué no le has matado? –gritó Alejandro -. Le tenías ahí, era tuyo.
-No todo es tan fácil como parece –dijo Reyen.
-Porque es el líder más temido, ¿no? ¡Lo seguirá siendo si nadie se enfrenta a él!
-¡Nadie le ha vencido! ¡Jamás! Siempre vence en sus peleas y batallas. Hacerle daño sólo traería la desgracia a mi reino y no pienso dejar que eso ocurra. Este es mi territorio y una pelea perdida por una simple mujer no hará que abandone lo que es mío.
-Te creía más luchador y menos cobarde.
  Al escuchar esas palabras Reyen ardió por dentro. Él era un líder que si quería algo, sin duda, lo conseguía. Odiaba parecer débil ante sus soldados, así que hizo lo que mejor se le daba, demostrar que merecía ser respetado.
-Cambio de planes –dijo a Alejandro y a los jefes de la sala tras unos minutos -. Olvidad todo lo que he dicho que hagáis.
-¿Eso incluye mi trabajo? –preguntó Alejandro.
-Si. Te ocuparás de mejorar las armas y armaduras. Y vosotros –dijo mirando al resto -. Quiero que todos os centréis únicamente en entrenar a mis soldados. Quiero que sean los mejores en todo.
-¿Qué planes tiene? –preguntó con respeto uno de los jefes.
-Primero traeré de vuelta a la chica, y después atacaremos el reino del norte. Tardaremos meses en prepararnos, así que empezar cuando antes.
  Reyen salió del comedor dando un portazo y entró de nuevo a los pocos segundos. Se paró en seco tras pasar la puerta y buscó con la mirada a Alejandro.
-Acuérdate del día en el que decidiste dejar este trabajo –le dijo.
-¿Por qué? –preguntó Alejandro.
-Porque eso ha hecho que una guerra empiece.

13 comentarios:

  1. Ya tenía ganas de leer la continuación.
    Me ha gustado mucho, aunque la idea de la guerra pff..
    Veremos a ver lo que sucede en el próximo capítulo.
    (:

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  2. u.u aqui las cosas se complican quien morira, alguien tiene que morir, que ganas de leer mas :D

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  3. Gracias por seguirme, yo también te sigo.
    La verdad, me alegra que opines lo mismo que yo, para algunas personas, no sé porque, es un tema complicado, espero que te vaya bien en la escuela de arte! un beso.

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  4. me recuerda en parte al señor de los anillos xD

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  5. Bonita narrativa, escribes muy bien.
    si te gusta la poesía te invito a mi nuevo
    espacio Brisa poética.
    feliz semana.

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  6. gracias por pasarte por mi blog, me pondré al día con el tuyo en esta semana : )

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  7. Te he añadido a mis espacios en mi blog Pensamientos de un hombre,
    que tengas una bonita semana.
    un abrazo.

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  8. que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

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  9. Gracias por seguirme, y por tu paso por mi blog, me alegra que te haya gustado. Tu blog tambien me gusta y tengo intriga por leer la acontinuacion ! Un saaludo :)

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  10. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  11. Hola un placer leer tan maravilloso texto.

    Feliz Navidad

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